top of page

ENTREVISTA A GUSTAVO RAMOS PERALES, DIRECTOR DE "EL CHATA"


La violencia contenida a través de El Chata

http://www.uprrp.edu/?p=13089

Por Paola A. Guzmán Alejandro Fotos y video por Gilberto David Vázquez Gómez

El egresado de la Facultad de Humanidades del Recinto de Río Piedras (UPRRP), Gustavo Ramos Perales, recuerda con exactitud las tardes después de la escuela, donde pasaba horas entre camerinos, bambalinas y ensayos a lo que esperaba a sus padres.

Esa pasión innata por el teatro tomó un giro cuando decidió irse a España a estudiar cinematografía en la Escuela de Cine y Televisión de Madrid. No fue hasta su regreso de la madre patria que experimentó un suceso que lo marcó, dando paso a su película El Chata.

El filme trata sobre la historia del exboxeador Samuel Villega que regresa a su barrio en Cupey tras cumplir ocho años de cárcel. Con su regreso, tendrá que probar que aún hay espacio para él dentro del ring. Pero, como con sueños no se mantiene a una familia, Villega acepta ser el chata de un nuevo boxeador. El exconvicto tendrá que defender su esquina dentro del cuadrado de la necesidad económica, las malas influencias, su pasado y hasta de su propio barrio.

El cineasta recuerda como la primera noche que pasó en su hogar, en el barrio Las Curías en Cupey, se desató un tiroteo a eso de la medianoche. Entre la ráfaga de tiros sobresalía la voz de un niño que a gritos suplicaba “no mates a mi papá”. Esa voz inocente hizo que Ramos Perales se levantara de su cama y se asomara a ver qué sucedía.

“Me asomé por la ventana, prendí la luz y lo más que me sorprendió es que a nadie le importaba. Nadie prendió la luz, nadie llamó a la policía, nadie se puso histérico. Parecía a nadie importarle lo que estaba pasando. La gente siguió durmiendo como si no pasara nada. Esta mal que nos hayamos acostumbrado a eso”, recordó el hijo del escritor y dramaturgo puertorriqueño Luis Ramos Escobar.

El también director de obras teatrales añadió que ese incidente le hizo pensar que el lugar en donde solía jugar y correr de niño ahora era un espacio violento, donde la mayoría de sus amigos de la infancia ya no estaban.

“Sentí como que de momento me había mudado a un sitio donde había una violencia contenida, encerrada como una olla de presión, y que cualquier cosa podía pasar en cualquier momento. Eso mezclado con el tema del boxeo es muy fácil porque, al fin y al cabo, los boxeadores son una olla de presión”, comentó el exalumno.

Ante los gravámenes económicos, políticos y sociales que atraviesa la Isla, Ramos Perales enfatiza la importancia de luchar por el bienestar de Puerto Rico. El egresado del recinto riopedrense entiende que las personas que han emigrado tienen razones de peso y le toca a los que están en el país sacar la Isla hacia adelante. Es por eso que El Chata y la historia de Samuel Villega ejemplifican lo que se vive a diario.

“Es una historia pertinente, coherente, actual y sobre todo me parece que es una historia que nos puede hacer reflexionar mucho sobre qué pasa con este país y pa’ dónde vamos. ¿Estamos destinados a fracasar? A lo mejor tenemos que tocar fondo, a lo mejor esa es la solución,” enfatizó Ramos Perales.

A eso, el guionista añadió que “las películas no llevan mensajes, las películas cuentan historias y dentro de esas historias hay un entorno social. A veces las cosas no se pueden cambiar. A veces no podemos evitar ser quienes somos. A veces fracasamos”.

El protagonista de la película es interpretado por el actor puertorriqueño Alexón Duprey. Desde que Ramos Perales lo contactó para formar parte de El Chata, Duprey mostró estar dispuesto a todo con tal de convertirse en boxeador. El cineasta señala que el actor se adrentó en el mundo del boxeo y comenzó a ir a carteleras, ver películas y entrenar como lo hacen los deportistas.

“Su cuerpo cambió 360 grados, él se convirtió en un atleta. Ese compromiso que él demostró hace que, sin duda, Alexón fuera la persona indicada para hacer ese papel. Creo que el personaje lo escribí para él,” destacó el director.

Influencia española en sus trabajos

A lo largo de su trayectoria como cineasta, se puede observar la influencia del cine español. Ramos Perales admite que su estadía en España y sus visitas a la filmoteca influyeron mucho en sus trabajos. Además, el estilo de enseñanza español, que conlleva mucho el autoaprendizaje, lo formó a ser el guionista que es.

“Es imposible hacer cine si no ves cine. Lo bueno de España es que me daba la oportunidad de desayunar, almorzar y cenar cine. Vivía al lado de la filmoteca y para los estudiantes costaba un euro entrar. Mi cine es muy español, mi forma de mover la cámara, los personajes. Uno de mis directores favoritos es Fernando León de Aranoa y yo creo que lo llevo muy dentro. Si ves mucho a Fernando León y ves mis películas, hay algo por ahí”, comentó el director.

Dean Zayas Pereira y Roberto Ramos-Perea: cómplices en su trayectoria

Además del cine español, Ramos Perales recuerda cómo las enseñanzas del profesor de Teatro de la UPRRP, Dean Zayas Pereira, han influenciado su carrera. A pesar de aprender en la academia la dirección de actores y el movimiento escénico bajo la categoría de drama, el exalumno destaca que se manejan igual en el cine.

De igual forma señala que Ramos-Perea, además de ser su profesor y un mentor, fue parte de la adaptación teatral que dirigió en el 2002, Yepeto. En esa ocasión, los roles se cambiaron y era el cineasta quien impartía instrucciones a Ramos-Perea.

“Dirigir a Roberto Ramos-Perea fue toda una odisea porque, imagínate, es como dirigir a alguien que sabe 20 veces lo que tú sabes. Pero, se dejó dirigir, me escuchaba, con mucho respeto todo. A veces seguía las direcciones que le daba aunque tenía cara de estar en desacuerdo pero siempre las hizo y quedo bien”, destacó el joven.

Nada mejor que trabajar entre amigos

Al igual que en sus obras y proyectos cinematográficos, Ramos Perales cuenta con un equipo de trabajo por excelencia: sus amistades. En esta ocasión, Alexón Duprey, Camila Monclova y Mariana Monclova ayudan a darle vida a los personajes que están plasmados en el guión.

“Yo soy fiel creyente de que la gente tiene que trabajar con sus amigos porque, sobre todo si nos respetamos todos, cuando uno trabaja con un amigo uno siente que comparte las glorias o las desgracias, el triunfo y si hay dinero, compartimos el dinero. Mi plan es trabajar con mis amigos toda mi vida, ojala lo pueda lograr,” concluyó el exalumno.

Se espera que la producción El Chata estrene en la Isla durante el mes de octubre.


ENTRADAS DESTACADAS

bottom of page